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  • Foto del escritorLiz Amador

El arte de disculparse




Para hablar de dis-culpa, la entrada es conocer la culpa. Una emoción social que nos viene a decir que algo errado hicimos y que nos abre la puerta para reparar relaciones. Una emoción que esta enlazada con la empatía y que su existencia sin duda nos hace mas humanos.


La ciencia conoce dos tipos de culpa: la moral y la interpersonal. La primera, aparece cuando lo que hicimos es contrario a un valor moral propio, aunque no lo vean otras personas, pensamos que lo realizado esta mal y nos juzgamos. La segunda, nace cuando sentimos que nuestra acción ha dañado a otro, y es ésta la que encauza nuestra conducta hacia la disculpa. ¿Pero qué clase de disculpa?


"Lo siento, disculpa" es la frase usada por much@s para expresar a otros la intención de reparar la culpa, frase que aunque es necesaria, es pobre, insuficiente. Aprender a disculparse es un arte, como lo expresa mi amigo José Sánchez, el destacado neurocientífico y mentor Español. Es un arte que requiere de varios ingredientes: compromiso, honestidad, especificidad y una posterior reparación.


El compromiso: sentir realmente deseos de disculparse es básico y será percibido por el receptor de la disculpa. Para esto te recomiendo realizar previamente un ejercicio de empatía: en un lugar de tranquilidad, ponte comod@, respira profundo e intenta descubrir cómo se ha sentido la otra persona, camina por un momento en sus zapatos, ponle nombre a las emociones que siente, detecta sus pensamientos y siente todo eso en tu cuerpo. Una vez realizado este ejercicio, estarás mas preparado para disculparte adecuadamente.


Honestidad: la disculpa debe ser honesta, debes comunicar lo que sinceramente sientes, pues si estás inventando, probablemente aumentarás el daño. Para esto te recomiendo hablar desde ti: por ejemplo " yo siento que estuvo mal, me doy cuenta de que mezcle lo que me pasa en el trabajo con la situación en casa, a mi me cuesta manejar eso, aunque lo intentaré más desde ahora"


Especificidad: se claro respecto de la acción por la que te estas disculpando, sin ambigüedades, realmente es desagradable y frustrante escuchar a alguien disculpándose sin saber realmente por qué razón se disculpa. Por ejemplo: "me disculpo por no poner atención cuando me hablas acerca de tu familia, he sido descuidado e indolente, reconozco que hice mal, fui egoísta, y sé que eso te causó dolor, molestia y frustración"


Una vez planteado esto con claridad, dependiendo del grado de daño que causaste, debes preguntar: ¿ Cómo puedo reparar el daño en ti?. Y en ese caso es importante comprender que la reparación esta a cargo de quien daña, es esa la persona que debe asumir el costo, y puede durar un largo tiempo. Un buen ejemplo de esto es la infidelidad. No basta con la disculpa, sino que es necesario reparar, y esa reparación muy probablemente requerirá de varios meses.


Psicóloga Experta en Inteligencia Emocional y Bienestar.

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