Cuando hablamos de inteligencia emocional nos referimos a las habilidades personales relacionadas con la autogestión y las relaciones. ésta se conforma por cuatro habilidades que todos podemos potenciar si nos lo proponemos.
HABILIDADES DE IE
La consciencia de uno mismo, que requiere de una adecuada percepción de las propias emociones, en otras palabras, saber lo que se siente, por qué se siente, lo que se es capaz de hacer bien y lo que no es de la propia destreza.
Gestionarse a uno mismo, que refiere a cumplir las metas que uno planifica, logrando ser positivo ante los contratiempos, regulando las emociones complejas para que no interfieran con fuerza en la propia vida.
Ser empático, que tiene relación con entender cómo se sienten los demás, comprender el lenguaje no verbal y verbal. Comprender el punto de vista del otro.
Manejar adecuadamente las relaciones interpersonales, es decir colaborar, resolver conflictos, persuadir, influenciar, saber comunicarse y escuchar.
Lo más importante es que consideres que cada emoción debe ser adecuada en intensidad y duración, es decir, éstas características de la emoción deben ser consistentes con la situación. Por ejemplo, en algunas oportunidades puede ocurrir que una persona se enfade mucho más de lo pertinente por una acción de otro, eso significa que la intensidad y/o duración de la emoción es muy elevada para lo que realmente es la gravedad de la situación, está sobreexagerada. O en ocasiones, de manera evitativa, las personas no manifiestan emoción frente a situaciones de alto impacto, lo cual les vuelve menos adaptativas frente a la circunstancia.